Howard Gardner analiza las diferencias que existen entre la inteligencia de un navegante que se guía en su camino por las estrellas, la inteligencia de un chamán, que es un curandero y guía espiritual respetado por su grupo, la inteligencia de Miguel Ángel, la de un biólogo investigador dedicado a la preservación del medio, o la inteligencia de Mozart o de Beethoven. Por lo tanto, como vemos, en éste abanico de habilidades y destrezas no podemos hablar de una sola inteligencia, sino de muchas.
Durante mucho tiempo, y en la actualidad, hemos concebido a una persona como “lista” o “inteligente” cuando observamos en ella habilidades matemáticas, verbales, lógicas… estas habilidades pueden medirse con una prueba genera que mide el Coeficiente Intelectual. Esta prueba era un parámetro lineal a lo largo del cual nos distribuíamos todos los seres humanos en un continuo lineal; podíamos tener un mayor o menor coeficiente intelectual. También, existía la idea de que el CI estaba determinado genéticamente por lo que existía la creencia de que éste no cambiaba con el paso del tiempo.
Para Gardner, la inteligencia es la habilidad para resolver problemas en un entorno social y cultural. Por ello, para desarrollar una inteligencia específica o habilidad para resolver problemas, se necesita partir de:
- Habilidad genética
- Oportunidades para desarrollarla
- Que el grupo le dé un valor social que responda a los retos que se viven.
Por tanto, podemos decir que Gardner ve un ingrediente genético, pero que también le da gran importancia al valor social y a las oportunidades que tenga el individuo para desarrollarlo. El chamán, el navegante, el biólogo, Miguel Ángel denotan diferentes inteligencias. Sin duda todos ellos tenían una carga o potencial genético base pero además, en cada caso, el grupo social permitió que ellos se desarrollaran y que su habilidades respondieran a retos relevantes del momento.
Howard Gardner describe y clasifica 7 tipos de inteligencia siendo todas ellas de igual importancia aunque reconoce que en la escuela y en nuestra sociedad se ha ponderado más a la lógica matemática y a la verbal. Según Gardner los tipos de inteligencia que hay son:
- Inteligencia musical
- Inteligencia interpersonal
- Inteligencia espacial
- Inteligencia verbal
- Inteligencia lógico matemática
- Inteligencia cinestésica corporal
- Inteligencia intrapersonal
Para que una habilidad sea considerada como inteligencia es importante que tenga una serie de criterios que son:
- Que corresponda a una habilidad innata.
- Que se localice en una parte del cerebro.
- Que tenga una función social.
- Que los conocimientos puedan estar sistematizados y documentados.
- Que se resuelvan problemas del grupo social.
Como nuestro trabajo final es sobre las canciones y el ritmo, hemos pensado que sería buena idea detallar la inteligencia que expone Gardner sobre este tema, la inteligencia musical.
Esta inteligencia involucra la capacidad de cantar una canción, recordar melodías, tener un buen sentido del ritmo, componer melodías o simplemente disfrutar la música.
Gardner expone un ejemplo biográfico sobre el violinista Yehudi Menuhin, que a los tres años se “coló” en la Orquesta de San Francisco con sus padres. Desde aquel día le cautivó el sonido del violín. Gardner alega que su inteligencia musical se presentó antes de que hubiera algún entrenamiento musical. La reacción tan apasionada que tuvo al escuchar el violín y la facilidad y rapidéz que mostró en su aprendizaje sugieren que estaba biológicamente preparado para ello.
Esta inteligencia musical aparece en una zona del cerebro,el hemisferio derecho.
Como bien sabemos, la música ha ejercido en la sociedad una notable función de cohesión, artística, de pertenencia a un grupo social, contemplativa e incluso de usos prácticos, ya que es empleada para terapias musicales.
También hablaremos de la inteligencia musical en la Educación Infantil y en cualquier edad escolar. Para ello, Howard Gardner describe la conducta de una niña de tres años.
“Esta pequeña, en al sesión de movimiento creativo revela una inusual sensibilidad y diferentes respuestas a diferentes tipos de música. Cuando oye música folklórica, se mueve de manera expresiva, moviendo la cadera y hombros con mucha gracia y con movimientos circulares. Cuando oye música con mayor velocidad, mueve todo el cuerpo, moviendo la cabeza y los brazos exactamente con el ritmo. Con frecuencia se sabe las canciones y canta fuerte. Identifica los errores en las melodías y reconoce las canciones desde las primeras notas.”
Los niños y niñas con inteligencias musicales pueden adquirir los conceptos básicos a partir de la música, les encanta cantar y suelen hacerlo entonados. Además, son capaces de reproducir la música que acaban de escuchar y de crear y componer ritmos, patrones o melodías, también les gusta experimentar con sonidos y sobre todo disfrutan mucho la música.
Podemos ver que al hablar sobre la inteligencia musical hemos considerado los diferentes criterios que hemos hablado al principio, sobre los requisitos que deben cumplirse para que las habilidades sean tomadas como inteligencias.
Para finalizar, como futuras docentes, tenemos que tener en cuenta estas inteligencias que postula Howard Gardner, teniendo presente que probablemente en un futuro se encuentren y categoricen otros tipos de inteligencia. Porque, y partiendo con este caso de la inteligencia musical, la música puede convertirse en un medio privilegiado de aprendizaje. Siendo la música y el movimiento áreas capaces de soportar otros aprendizajes.